Este fin de semana pude pasear un poco por los alrededores de la ciudad. Tengo la fortuna de tener la montaña al lado de casa, aunque el agua tengo que buscarla más lejos. Dejando aparte esto último, pude oler los inicios de la primavera (si, ya sé que estamos en pleno invierno) almendros floreciendo, pájaros en fase más activa, algún insecto revoloteando. Ya en casa me puse en la mesa de montaje, hay que ir rematando esa caja para la temporada y dejar listo, sobretodo, el pack «especial de montaña» sobre el cual ya os hablaré en unas pocas semanas. Y mientras estaba en estos menesteres, me puse de fondo música y vídeos motivacionales en modo pescador, que no son otros que montaje, escenas de pesca… De golpe tuve que dejar el porta-bobinas en la mesa, la seda, tirar hacía atrás un vídeo y gozar de su visionado. Cuantas cosas se me juntaron en un momento. Los asiduos a este blog me entenderán 😉