Cuando me llamaron y me dijeron que iba a ver el río Soča casi se me queda pegado el teléfono en la oreja. Mucho había oído hablar de él, muchas fotos y algunos vídeos. No hace mucho tiempo, creo que dos años, varios amigos excursionistas y amantes de las canoas estuvieron por ahí. Cuando me enseñaban las fotos del río podía percibir que su mente se volvía a trasladar al cauce de éste. Absortos, podría decir que llegaron enamorados, casi poseídos. Obviamente soltaron el consabido «volveremos» para posteriormente decirme «ves, hay peces, vimos muchos pescadores, seguro que te lo pasas bien». Rápidamente les solté que ahí habían las afamadas y misteriosas ¡¡marmoratas!! . La verdad es que mi cara y expresión no les causo mucha impresión ya que, rápidamente, siguieron hablando de sus bajadas por las gargantas y sobre no sé cuantas cabriolas hicieron. Yo seguí ensimismado pensando con esas truchas y del día en el cual las podría tentar. No sé si Michelangelo las vio en alguna ocasión, pero si las llega a ver seguramente habría esculpido en algún trozo de mármol a estas truchas con ese aspecto tan característico.
El Soča nace en los Alpes Julianos. Recorre aprox. 99 km de territorio Esloveno y otros aprox. 41 de italianos (aprox. 140 km en total) pongo aproximado dado que hay diferentes fuentes que dan datos distintos. Al final de su camino cede sus aguas al mar Adriático. Según registros romanos (año 585) el curso del río sufrió una importante modificación de su cauce a causa de un enorme deslizamiento. Su nombre también ha evolucionado en el tiempo; Aesontius, Sontius, Isontius y algunos más hasta llegar al actual.
Que color, que transparencias; el entorno, el verde de los bosques, el azul del cielo. He de reconocer que me ha tocado el alma. Su color esmeralda no te deja indiferente. Imagen y personalidad potente, algo que ha dado pie a diversos poemas y escritos. También ha sido el escenario para películas como las crónicas de Narnia.
El Soča aparte de marmoratas también alberga tímalos, arco-iris, fario e híbridas. Las arco-iris y las farios parece que fueron introducidas entre la primera y segunda guerra mundial. Ahora hay planes en marcha para recuperar la reina de la zona que no es otra que la marmorata. La zona central la gestiona la sociedad de pescadores de Tolmin. La parte alta ahora la gestiona otra sociedad, algo que debéis tener presente al gestionar el permiso. Esto ultimo es cambiante, lo comento para que lo tengáis en cuenta si algún día vais de pesca por ese territorio
Durante nuestra estancia anduvimos por él un par de días. Solo pescamos la zona central. Encontramos un río ancho y con caudal alto a causa del deshielo. Esto dificultó el acceso a puntos calientes del río, pero por contrapartida pudimos ver un río con un aspecto formidable, bello, apasionante. Lo que más salieron fueron tímalos, esos duendes del río que se mimetizan. Y arco-iris, aunque también pudimos coger alguna marmorata. La mayoría de los peces se pescaron a pez visto y a ninfa, aunque la pesca al agua también se efectuó dadas las circunstancias. A seca solo hubo un par de horas de auténtico frenesí. Las rainbow les dió por lanzarse a la branko killer con auténtica devoción.
Para ir a pescar al Soča hay que prever dos cosas; las condiciones de caudal y las canoas. Este año como en muchos países ha habido un buen manto nival. El deshielo se ha alargado, por lo cual hubiera sido más interesante, quizás, pescar 15 días más tarde. Pero esto varía según los caprichos de nuestra amada Naturaleza. Junio es uno de los grandes meses recomendados por la gente de la zona. El otro factor, las canoas, no altera mucho los peces ni la pesca. Están más que acostumbrados a su paso. Varios peces salieron a escasos minutos del trasiego de diversas embarcaciones. No obstante, si esto os pone nervioso deberéis hacer un curso acelerado de control del estrés.
Queda apuntado este río en la agenda como «río a volver». Espero poder pescar su parte alta, el tramo de estrechos de color azul turquesa en la cual vi ejemplares que te quitan el hipo. Pero también pescar su parte central, más abierta, la cual ofrece un delirio de imágenes, un marco excepcional para hacer correr la mente. Pero también deseo ir para hacer senderismo dentro de esos bosques. Y por supuesto, he de probar a bajar con una canoa, la imagen dentro del río viendo todo el entorno debe ser algo majestuoso.
No os he puesto fotos de peces, algunos ya habéis visto en las otras entradas, es mejor que hagáis correr la imaginación, que vuestra mente empiece a pescar duendes del río. Ya os informaré de los vídeos que irán saliendo de este recorrido por tierras eslovenas.
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Impresionante viaje y que maravilla esas aguas color esmeralda, me alegro que disfrutarais. Da la sensación que aquello lo gestionan de mimo, lo que no se cual será el coste de practicar la actividad…
Saludos!!
Hola Mario. Sí, lo cuidan de forma importante. Y es normal, ya que los ingresos de esos permisos revierten en la recuperación de sus peces. A la que pueda voy a volver, me quedan muchos rincones para ver y cosas para aprender.