Hace muchos años, cuando ir en pantalones cortos era sinónimo de crío, estas pequeñas venas de agua las había nombrado o calificado de “Riachuelos” o torrentes. A primera vista generalmente no veía peces, no los localizaba, o no creía verlos y por tanto no eran objeto de mis excursiones de pesca. A lo sumo eran zonas para mojar los pies después de una buena jornada de senderismo, o zona dónde dar cuenta de desayunos o comidas.
Uno va creciendo , cogiendo experiencia. Ya no doy todo por sentado y año tras año me vuelvo más curioso. Dentro del contexto de la pesca cada vez me apetece más posar la mosca en aguas dónde no tengo información alguna, o escasa posibilidad de encontrar pez. Este año he probado algunos de estos “riachuelos”. Unos que conocía y otros que me han presentado buena gente que sacan a un servidor “Tito Ferrán” de paseo.
Las fotos que aquí cuelgo son de un río de Pirineo. Visitado hace unos veranos. Bajaba escaso de caudal a consecuencia de un fuerte estiaje después de haber sufrido un fuerte deshielo en marzo/abril a causa de unas inusuales altas temperaturas. Uno de esos tantos ríos, torrentes, que en mis andanzas montañeras he cruzado, muchas veces con un simple salto, sin apenas esfuerzo, otras con ligera carrera. Pero cuando un servidor es llevado por unos fenómenos como Joaquín, Paco Maravillas, Alfonso… sabe que todo aquello que uno estaba pensando son puros prejuicios, lejos de la verdad que podré contrastar.
Nada más iniciar un previo-pateo-pesquil, pudimos fotografiar los resto de una vaca. La infortunada ya había pasado a ser la cena o comida o ambas a la vez de los carroñeros de la zona. Pues empezamos bien, cadáver y río con poco agua… ¡¡te va a sorprender!! Tito Ferrán. Esta última frase soltada por el bueno de Joaquín siempre me tranquiliza. Y además, me suben la moral y de paso me acelera el ritmo cardíaco ya de por si subido ante el entorno que estaba disfrutando. Por el camino íbamos levantando saltamontes, típicos en estas zonas de pradería de alta montaña, a la par que recogíamos unas plumas de buitre, ya que en la zona las peleas por ser el primero en ese gran banquete debieron ser de órdago.
Pescamos, pescamos bien, muy bien diría. Ellas estaban y ellas entraban a las artificiales como uno desea. Pescamos básicamente con efémeras, tricos una emergente que siempre me resulta resultona. Pero ese día Joaquín, mi “sobrino” me tenía preparada una nueva sorpresa. “Tito Ferrán” ya hemos sacado un buen número de peces, ahora toca hacer algo diferente, experimentar, probar otras cosas… “pescar con saltamontes” (menos mal, seguíamos hablando de pesca…)
Soy persona obediente y más ante un profesor de tal categoría, así que accedí de inmediato a cambiar mi efímera por “eso” y digo “eso” con cariño al ver la supuesta imitación de saltamontes. Pensé que “eso” de imitación de saltamontes tiene lo que yo de cura. Pues bien, el resultado fue realmente espectacular. Las embestidas a “eso” se prodigaron. Una pesca diferente, más parecida a la pesca con popper pero realmente interesante.
La próxima temporada si los planetas se alinean (que mira por donde va a pasar de verdad) espero poder tener más oportunidades para recorrer más escenarios de estas características. Riachuelos sí, pero «riachuelos de Vida». Uno ahora anda pelín estresado recordando decenas de estos escenarios en los cuales nunca ha posado la mosca y en los cuales vete tu a saber que me espera.No sé si seré capaz de montar “eso” ni si mi inquietud hará que intente como siempre montar algo diferente. Pero está claro que “eso” estará en mi caja y mochila en las excursiones al Pirineo.
Un saludo y buena pesca
Autor: Ferran Llargués
Fotos: Joaquín Herrero y autor
Me ha gustado mucho el relato sobre esos «riachuelos de vida», soy un amante de esos regatos a los que voy más que a los ríos tradicionales. Los pesco con caña de tenkara, un cónico de seda y un terminal del 10. Pongo secas e imitaciones de saltamontes, grillos y abejas…aunque a veces hay rechazos las tomas en general son portentosas para el tamaño de las truchas que no suelen pasar de los 22 cm. Saludos.
Totalmente de acuerdo, son portentosas. Este año espero probar la Tenkara