En este articulo me voy a centrar principalmente en esos pequeños ríos calizos que recorren ambas mesetas y que muchos de sus tramos discurren entre bosques de galería, pero también es aplicable a aquellos ríos o tramos de estos que tienen gran parte de sus tramos incrustados entre chopos, alisos, salgueras, zarzas y juncos que defienden con fierezas a sus bellas truchas y que tratan con dureza a todos aquellos que son ajenos a sus aguas y que nos son capaces de adaptarse a sus duras exigencias. Una pesca que suele ser dura y complicada pero que suele tener grandes recompensas: Bellas y salvajes truchas, a veces de muy buenos tamaños, en escenarios que transmiten tranquilidad y soledad. Entrar en ese túnel vegetal es entrar en un remanso de paz y soledad y aislarse de todo, solo existe el río, su entorno y sus truchas.
Ríos o tramos complicados que echan para atrás a una gran mayoría de pescadores con mosca, que huyen de esta pesca complicada donde cada lance efectuado con acierto es una victoria y donde podemos dejar en una sola jornada más moscas que en toda una temporada de pesca en otros ríos » más abiertos «. Ríos donde priman la observación, el andar pausado y sosegado por dentro de ese bosque de galería o por sus orillas, atentos al más mínimo detalle que nos pueda delatar a sus truchas ocultas entre las sombras, en el fondo de ese pozo o entre sus ovas. Atentos al discurrir de los insectos que derivan por sus aguas o sobrevuelan la superficie. Y ante todo una pesca donde la paciencia y la tranquilidad deben envolver al pescador, no debemos perder los nervios ni alterarnos cuando en algunos de los lances enganchemos nuestra mosca en el laberinto vegetal que nos rodea, sobre todo cuando estemos lanzando a truchas cebándose o que estén a la vista.
El equipo de pesca: El equipo en estos ríos es fundamental. Mi equipo de pesca para estos ríos suelen ser dos cañas, dependiendo del grado de complicación y el tamaño del río me decanto por una de ellas. Una caña de siete pies, para los ríos más pequeños y cerrados que pescando de rodillas me permite efectuar lances en muchos de los tramos más cerrados Una caña de ocho pies u ocho pies y medio, es la caña que más suelo usar ya que me permite poder pescar tanto en los tramos cerrados como en aquellos que se abren algo más y permiten lances más largos, además esta caña de mayor longitud facilita el lance de ballesta, uno de los lances imprescindibles en este tipo de escenarios.
Bajos de línea: Adaptaremos nuestro bajo de línea al grado de dificultad y tamaño del río, así como a la longitud de la caña que usemos. Bajos que anden cercanos en medida a la longitud de nuestra caña. Si os sirve de ayuda, yo suelo usar para estos tramos un bajo trenzado de seda y después tres tramos de nailon o fluorocarbono de 0,20 , 0,18 y 0,14 en el tramo final ( en algunos ríos será del 0,16 debido al tamaño de sus truchas y la vegetación subacuática que tienen estos ríos) . Este bajo suele ser poco más largo que la longitud de la caña que esté usando. En cuanto al porque del uso del bajo de línea trenzado de seda, me gusta porque facilitara la proyección de nuestro bajo sin problemas y facilitara nuestros lances laterales, rodados y lances de ballesta.
Normalmente prefiero usar fluorocarbono por su mayor resistencia al rozamiento y la fricción y en estos escenarios tendremos numeroso enganchones con ramas y vegetación de la orilla tanto en los lances como en la lucha con las truchas que aprovecharan cualquier descuido para meterse bajo la vegetación subacuática o buscaran refugio bajo las ramas de las salgueras de la orilla y en las raíces de los arboles de la orilla. Todos estos roces hacen que debamos vigilar constantemente el estado de nuestro bajo, sobre todo después de cada captura o enganchón con las ramas y vegetación que nos rodea.
En cuanto a la cola de rata mis preferencias suelen ser WF 3 o 4 y como carrete un semiautomático que nos facilitara la recogida de la línea en los números lances que efectuaremos, nos simplificara y acortara el trabajo.
En estos ríos pondremos a prueba nuestros equipo de pesca, especialmente cañas, líneas y vadeador que sufrirán los rigores de estos ríos y la cerrada vegetación que nos envuelve, especialmente el vadeador sufrirá con los difíciles accesos al río y sus numerosas zarzas y espinos, vadeo entre arboles caídos y ramas que taponan el río en algunos tramos, así que aconsejo no estrenarlos en estos escenarios y llevar nuestros vader mas viejos.
Técnicas: El sigilo y la observación son fundamentales. En este tipo de ríos es difícil transitar por fuera del agua, nos tocara avanzar casi siempre por dentro del túnel vegetal, así que avanzaremos despacio, estudiaremos con detenimiento cada postura. Ese pozón que tenemos delante, esa corriente que sale del pozo y se pega a la orilla y discurre pegada a ellas durante varios metros rozando una pared vegetal de salgueras y zarzas .Encontraremos una grandísima variedad de posturas y escenarios ya que no habrá dos que se repitan y en cada una de esas posturas diferentes deberemos actuar adaptándonos a esa postura y al entorno que nos rodea. Nos centraremos también en aquellos lugares donde las corrientes tiendan a acumular el alimento. Siempre me gusta antes de empezar a pescar una nueva postura, observarla con cuidado para estudiar los lances y ver posibles síntoma de actividad de las truchas, esto es especialmente importante cuando estamos pescando en los momentos de actividad de las truchas, en numerosas ocasiones observaremos esa trucha que se mueve en el pozo o que esa ceba sutil que dentro de este mundo de sombras es todavía mucho más discreta. Nos desplazaremos siempre aprovechando las sombras de la vegetación de la orilla, estas sombras nos harán pasar inadvertidos si nos movemos con discreción y nos permitirán acercarnos a corta distancia de las truchas, importante una vestimenta de colores discretos, mejor si es del color del entorno que nos rodea . Si nos vemos obligados a agacharnos o arrodillarnos dentro del cauce, lo haremos lentamente. Nos enfrentamos a truchas de una sola oportunidad en la mayoría de los casos y nos conviene presentarles nuestra mosca cuando su grado de alerta es bajo, espantar a una sola trucha supone que con casi toda seguridad espantara a todas las que se encuentren en esa postura.
Y ahora afrontaremos uno de los mayores retos que nos presentan este tipo de ríos: El lance. Intentaremos antes de lanzar, a la vez que estudiamos la postura y la ubicación de las truchas , ver todos los obstáculos que nos rodean, seria tener una visión de 360 grados de nuestra posición y los obstáculos que tenemos a nuestro alrededor. Llegar y lanzar impulsivamente hará que nuestra mosca termine enganchada de alguna rama o en alguna zarza. Principalmente serán lances laterales, si la bóveda vegetal nos impide los lances verticales, recurriremos a lances laterales, a veces haciendo los falsos lances a escasos centímetros del agua, es preferirse a veces arrodillarse y ganar medio metro para evitar esas ramas que tenemos sobre nuestras cabezas y que a veces se descuelgan hasta llegar a nuestras cabezas. Otro de los recursos habituales son los lances rodados y por último, uno de los más habituales sobre todo cuando el río es muy cerrado es el lance de ballesta. El principio fundamental del lance de ballesta es cargar la línea, para ello flexionaremos la caña buscando ese grado de tensión que pondrá la línea en movimiento y sacaremos la línea necesaria para llegar al punto donde deseamos posar nuestra mosca, con la mano complementaria sujetaremos la mosca por la curvatura del anzuelo, manteniéndola ligeramente por encima del hombro y un poco atrasada con respecto al hombro, con la mano que sujetamos la caña apuntaremos con ella hacia nuestro objetivo y cuando tengamos el suficiente grado de tensión en nuestra caña, soltaremos la mosca. Para poner esta línea y bajo, en movimiento, y proporcionar la velocidad necesaria antes de la parada, como para obtener suficiente energía para estirar el bajo, no basta el muelle de la caña, es necesario un movimiento de translación de la caña, para conseguirlo será necesario usar cuerpo, brazo y muñeca. Un giro del cuerpo puede incrementar el recorrido de aceleración y un mínimo golpe de muñeca muy brusco al final son importantes para ayudarnos con el lance de ballesta. Para dominar estos lances y poder desenvolvernos con soltura con ellos solo tenemos un camino, que es la práctica y esta se consigue a base de días de pesca en estos escenarios de pesca.
Una vez que hemos conseguido poner la mosca en el sitio preciso gracias a uno de estos lances, nuestro problemas no se han acabado, todavía queda uno vital, el clavado. A veces en nuestros lances, especialmente si es de ballesta, ya que es el último recurso ante posturas muy cerradas de vegetación y que harán que nuestra caña este rodeada completamente por ramas que dificultaran el clavado o lo harán casi imposible. A la vez que estudiamos el lance también debemos estudiar el clavado y hacia donde será mas factible hacerlo para que sea efectivo, buscando que nuestra caña tenga un cierto recorrido para poder clavar y que no peligre por un posible golpe brusco con alguna rama. Intentaremos clavar suave para evitar poner en peligro la integridad de nuestras cañas, y aun así veremos como algunas truchas se nos escaparan al no poder clavar lo suficiente por falta de espacio o porque nuestra caña es obstaculizada con alguna rama que no nos deja completar ese clavado.
Un último consejo, cuando hayamos dejado una mosca en alguna rama o arbusto, algo frecuente no tironear con la caña. Sacaremos línea, dejaremos la caña en un lugar seguro y tirando de nuestro bajo, iremos dando tirones consecutivos, aumentando paulatinamente la intensidad de la fuerza… primero leves y vamos aumentando de intensidad, sobre todo si son ramas iremos haciendo que se vaya moviendo la rama y es muy posible que con nuestros tirones y el balanceo que vamos imprimiendo a la rama esta pueda quebrarse.
Moscas: Siempre digo que cada ríos tiene sus moscas y sus truchas, y es imposible poder abordar en un artículo las moscas que podernos encontrar a lo largo de la temporada en los diversos ríos de este tipo que podremos encontrar a lo largo y ancho de las dos mesetas sin dejar algunos en el tintero. Resumiremos a grosso modo lo que sería una temporada en un pequeño rio calizo y las moscas que nos ayudaran a engañar a sus truchas.
En este tipo de ríos cerrados es primordial la visibilidad de nuestra mosca, ya que gran parte de su recorrido discurre por zonas de cerrada vegetación que dificultara poder visualizar la mosca que baja por sus aguas. Así que los parachute nos serán de gran ayuda a la hora de pescar en estos tramos, podremos seguir la deriva de nuestras moscas gracias a sus postes de vistosos colores. Yo adapto gran parte de los modelos que mejores resultados me dan con las eclosiones de los insectos más comunes en nuestros ríos calizos, ya sean insectos adultos o emergentes a modelos en parachute para pescar estos complicados tramos.
El inicio de temporada será el momento para que olivas ( Baetis Rhodani y similares ) y Baetis Niger ( si los días son suficientemente fríos ) hagan las delicias de nuestras amigas, esas primeras eclosiones que tienen lugar en las horas centrales del día y que normalmente no serán periodos de actividad muy largos.
Adaptaremos nuestra oliva favorita al montaje parachute, puede ser en seda , rayón como este modelo o en cuerpo con dubbing. Todos tenemos nuestras olivas de cabecera solo queda hacerla en versión parachute.
En estos inicios de temporada cálidos que llevamos en estos últimos años, encontramos junto con las olivas a los leptoflevidos o tabacos, que según vamos entrando en el mes de abril sus eclosiones cada vez serán más importantes. Entre abril y últimos de mayo suelen ser los insectos que mas encontraremos en muchos de estos ríos. Este insecto tanto el subimago como el imago es muy importante en la alimentación de la trucha, aunque siento especial predilección por los imagos, ya que cuando están revoloteando sobre el agua haciendo la puesta o a punto de hacerla, al igual que cuando caen al agua agotado después de hacerla hacen que las truchas entren en una actividad frenética.
Según como venga la primavera, es posible que ya a mediados de mayo haga su aparición la estrella del verano, la ignita. Sera la protagonista de estos meses de verano, dejando sitio en puntuales eclosiones a otras moscas, pero es seguro que siempre encontraremos ignitas eclosionando en estos ríos desde el medio día hasta la caída de la tarde. Sus imitaciones en parachute deben ir en nuestra caja durante todos estos meses, será vital para poder pescar en estos ríos durante estos meses del final de la primavera y el verano.
Desde inicios de mayo irán haciendo acto de presencia los tricopteros, cobrando mayor protagonismo a medida que nos vamos adentrando en el verano, especialmente en la caída de la tarde. A últimos de mayo o primeros de junio, entraremos en uno de los momentos más esperados en estos ríos tanto por las truchas como por los pescadores, las eclosiones de Dánicas y Vulgatas, trataremos en posteriores artículos sobre su biología, pesca y montaje de sus imitaciones, os recomiendo su lectura. Sólo puedo decir que en esos días de junio todo gira en torno a esos insectos y son momentos que se quedan grabados en la memoria del pescador.
Durante los meses de verano, cobran especial importancia en estos ríos la pesca con insectos terrestres, los arboles y tupida vegetación que envuelven a estos ríos son una fuente constante de alimento en estos meses: hormigas, escarabajos, grillos y saltamontes formaran parte de su dieta en verano y serán un recurso muy importante para nosotros.
Texto y fotos: Joaquín Herrero Vecino
www.moscasjoaquinherrero.com
Muy bonito artículo y fotos. A mí también me gusta practicar este tipo de pesca (pesca apache, le suelo decir). Las moscas que inevitablemente quedan en las ramas las considero el tributo merecido a tantas buenas sensaciones obtenidas.
Un saludo,
Pablo
Me ha gustado eso del «tributo» aunque como siempre, hemos de evitar que queden colgando, no sea que algún pájaro le dé por cogerla. Hay árboles casi famosos en algunos sitios en los cuales sabes que vas a recoger moscas ?
¡Tienes razón en eso! De hecho, en una de las salidas de pesca de este año vi un pájaro colgando de una rama: se había enganchado de unos sedales. Estaba muy alto, pero con ayuda de un palo y jugándome un poco el físico logré desengancharle y salió volando. Fue uno de mis captura y suelta más gratificantes de la temporada. 🙂
Un saludo,
Pablo
Siempre es una satisfacción soltar vida 😉
Qué pena lo de las moscas, sin fotos y lleno de falsos tópicos
A qué te refieres sobre los falsos tópicos?
Los tricópteros aparecen a partir de mayo. En febrero y marzo empiezan los Philopotamus, Rhyacophila, Hydropsyche, Goeridae (Silo y Goera), Glossossomatidae, hay más, solo por buscar los nombres más conocidos
Segundo, la Baetis niger,, la Baetis niger hace grupo con B. digitatus. Sin tener en cuenta la distribución, porque apenas tienen presencia en la cuenca del Duero ni en la del Tajo, realmente no las hay, y menos a efectos de pesca (son también ridículas de tamaño y coinciden en eclosión con varias Rhithrogenas, Baetis y leptoflébidos). Son de zona Rhithron de los ríos, que más que zonas altas son tramos donde no hay vegetación sumergida y alta pendiente. Zona rhithron, tú que conoces Asturias, es el Sella aguas arriba de Arriondas, y aguas abajo es zona de pothamon o bajo rhithron; el Piloña es pothamon por ejemplo.
En el artículo, según se entiende son tramos de pothamon, y en esas zonas del río no hay Baetis niger ni Baetis digitatus. La zonación la definen asociaciones de insectos, los hay indiferentes como Baetis fuscatus o Baetis rhodani, pero los que definen las zonas son inamovibles.
Los leptoflébidos aparecen desde enero-febrero y en general no son de días con buen tiempo; las ignitas se confunden mucho con Baetis fuscatus, que está mucho más extendida y es más abundante que la Ephemerella ignita.
Quizás es porque siempre se escribe lo mismo y no se leen cosas que sean más ciertas; siempre se dice que a principios de temporada hay pardones y rhodanis. Cuando es falso, hay rhodanis pero no siempre hay pardones que es lo que la ciencia dice. Creo que me entiendes
Gracias por comentar. No se trata de un artículo de entomología (te invito a escribir al respecto, lo sabes). Por mi parte no descarto que puedan existir mejoras en cuánto a la relación de especies. Yo no soy experto como he dicho en diversas ocasiones, lo único que sé es que la Meseta dispone de una infinidad de ríos, arroyos que albergan muchas sorpresas, ya no solo entomológicas, sino por ejemplo de localización de truchas autóctonas en tramos que no estaba por así decirlo previsto. Imagino que puede suceder con las especies de insectos, ya que, salvo me digas lo contrario, no hay un censo exhaustivo de todos los tramos y masas de agua de este vasto paisaje.
Lo dicho, gracias por tú aportación!!
Entre Asturias y el Tormes en Ávila y Salamanca, no he visto un artículo en un medio de pesca que te enseñara lo que vas a ver en el río, y que luego se corresponda con lo que te encuentras de verdad. Y sí lo he visto en las publicaciones de entomología.
Pues como comentaba en la anterior respuesta, aquí las puertas abiertas para aportar artículos al respecto. Saber más sobre la materia es más que interesante.
No contaba ni mucho menos que fuera un tratado de entomología, pero si algo fuera de los textos habituales en este mundillo y los tópicos y coletiilas generales. También viniendo de alguien con un nombre en el mundillo y articulista de Dánica y alguna otra revista, pues esperaba algo más.
En cuanto a catálogos de especies de invertebrados por ríos, hay más documentación de la que parece.Las evaluaciones de calidad de agua se hacen con macroinvertebrados acuáticos y está bastante controlado lo que hay en cada cuenca.
Luego hay especies importantes, siempre pienso más en las efémeras, los tricópteros son más complicados, de las que casi nunca se mencionan o no salen siquiera y que están ahí, y tienen sus cosillas en la pesca.
Y en cuanto a tu ofrecimiento te diría que sí, pero ya ves que saco muchas cosas y no las subo al blog. Me cuesta mucho ponerme
Fantástico artículo muy buenas fotos, gracias a Joaquín y a ti por compartir! Saludos
Se agradece el comentario!
?
Me ha gustado el artículo, gracias por compartir.
Hay que dar las gracias a Joaquín que es el autor, se lo traslado ?
Buenas noches. Jose Angel siento que el articulo no haya colmado tus expectativas, pero es un articulo que esta escrito pensando en la gente que empieza a pescar a seca o tiene un nivel bajo y no mucha experiencia.. Si tu lo encuentras llenos de tópicos o coletillas generales es que estarás ya en un nivel alto. Ahora que todos los que empiezan lo hacen pescando a ninfa pescando al hilo, mi intención es orientar a aquellos que quieran dar un paso más y meterse con la mosca seca. Este es un primer articulo para un amigo y en otros muchos iremos tocando y profundizando en insectos, montajes, técnicas, escenarios. Se trata de hacer varios y no meter en uno de 50 paginas todo.
En cuanto al tema de la entomología, desde que en el año 1990 he comenzado a pescar con cola de rata exclusivamente uno de mis afanes y curiosidades ha sido conocer los insectos, su biología y comportamiento, y por supuesto como se comportan las truchas ante ellos. En esos primeros años recogiendo los insectos y en casa consultar los libros que tenia en casa. Y cuando he tenido buenas cámaras digitales haciendo fotos a esos insectos y luego identificándolos. Y por supuesto tengo que mantener que en estos ríos de meseta hay leptoflébidos por lo general en buenas cantidades y en algunos con eclosiones muy notables . Y también que he visto eclosionar B. Niger o su compañera B. Digitatus en ríos calizos de la meseta norte y en otros ríos de la cuenca del Duero. Normalmente no son eclosiones importantes y salen mezcladas con otros baetidos como la Rhodani, pero te aseguro que no dejan pasar ni una sola de las B. Niger.
No dudo que habrá modernos estudios de cuenca, yo la mayoría de los que he visto tienen unos años y he visto que faltan muchos ríos de la cuenca del Duero, y que en algunos sólo hay un punto de muestreo o dos separados muchas decenas de kms, sobre todo en los pequeños y medianos. Y faltan muchos. Así que yo me baso principalmente en lo que he visto pescando en esos ríos y en mi experiencia personal. Si tu crees que es mentira y que he tirado de tópico o me lo he inventado, no me preocupa. Ya tengo unos años para que me preocupen esas cosas, y si tengo o no nombre o cierta fama.
En cuanto a no tocar los tricos en el articulo, en muchos de estos ríos su presencia es mínima, o se reduce a la caída de la tarde ya próxima la noche.
También tenia pensado un articulo o dos para tricos, pero fijo que te resultara lleno de tópicos.
que grande eres tío Joaquin!!!
Estaría interesado en que me facilitaras esos libros que tienes de consulta, el título y la editorial, para poder hacerme con ellos. No tengo y conozco más que el de Rafael del Pozo. Solo tengo publicaciones de revistas y anuarios de entomología y de limnética.
Lo de la Baetis niger y otras cosas, no vamos a polemizar. Si tienes interés te digo con quien te puedes poner en contacto para que le facilites las citas, ya que algunas serían de gran interés para ellos.
Leeré gustosamente cuando las próximas como otras veces y no diré nada
Leeré gustosamente las próximas que hagas como otras veces quete he leído y no diré nada.
Es un artículo excelente. Muchas gracias
Trasladamos la felicitación al autor. Gracias por comentar.