En este momento estás viendo Magia Otoñal: Aventuras de Pesca con Streamer

Magia Otoñal: Aventuras de Pesca con Streamer

  • Autor de la entrada:
  • Categoría de la entrada:Relatos
  • Comentarios de la entrada:Sin comentarios

Otoño es una hermosa época para pescar, si no la mejor. Es la temporada a la que suelo dedicar algunas sesiones exclusivamente a la pesca con streamer, una modalidad en la que aún me considero un novato, pero que ya me ha dado grandes alegrías. En esta ocasión, aproveché un día de pesca con un ambiente fresco, o más bien frío, para acercarme a uno de mis rincones favoritos.

Llevaba un tiempo haciendo senderismo por el sector, buscando señales de peces de buen tamaño. En algunos de esos paseos, solo conseguí ver a dos peces de buen porte situados más o menos en el mismo sector. En el resto del trayecto, poca actividad, o solo veía peces de tamaño pequeño o mediano.

El día señalado me lo tomé con mucha calma. Primero fui, sin equipo alguno, a explorar la zona de caza de uno de esos ejemplares. Era temprano y no logré localizarlo, aunque, conocedor de los hábitos de las truchas, sabía que estaba ahí, seguramente en uno de sus refugios, a la espera de que la comida empezara a bajar o a la caza de algún infortunado pez pequeño.

Una vez aparqué el coche, me puse la indumentaria oficial y monté la caña. Como streamer, me decanté por una de las maravillas que monta Nacho Heredero.

Empecé pescando una corriente justo al lado del coche. Al segundo lance ya pude ver la carrera alocada de una trucha que casi salió del agua para coger el streamer. Tras el susto, esperé unos minutos para volver a tentarla, algo que he observado que esta modalidad permite. Y así fue: otro lance, dejé hundir el artificial por un par de segundos y empecé a recoger con tironcitos no muy bruscos. Ella, que por lo visto ya estaba esperando, se abalanzó sobre él. Una maravilla de visión.

Con el primer pez capturado, empecé con bastante confianza a sondear los puntos calientes del río. Tuve éxito y también fallos en algunas capturas. Fueron un par de horas maravillosas. Luego, tomé el camino que me llevaba al punto donde había visto los peces de mayor porte.

Entré en el agua muy despacio, diría que extremadamente despacio, consciente de que cualquier alteración pondría en alerta a cualquier ser viviente en la zona. Hice un falso lance cerca de la zona elegida y el segundo casi de inmediato al punto clave. Conté tres segundos para que el streamer se hundiera un poco y empecé a recoger suave, pero con tironcitos. Y ahí vi cómo venía como un misil un pez oscuro que, a pocos metros de mí, abrió la boca y atrapó el streamer. Clavé y empezaron las carreras al sentirse atrapada. La cansé lo mínimo; un tippet del 22 me permitió trabajar rápido y hacer sufrir lo mínimo al pez. Ya en la sacadera, vi un ejemplar oscuro, con una gran boca y unas aletas preciosas. Inmortalicé la captura con una foto y la solté después de reanimarla.

Con este pez di por finalizada la sesión y volví al coche. Comí el bocadillo, que sabía glorioso ese día, y repasé mentalmente lo que había sucedido durante la jornada.

Comparte en tus redes sociales:

Ferran

Desde pequeño he estado vinculado al río. No puedo pasar por un curso de agua sin detenerme. Escuchar el rumor de sus aguas, ver y sentir la fauna. Son muchas las sensaciones de las cuales no puedo prescindir. Con este blog busco compartir estas dos facetas. Por un lado, mi compromiso por el bienestar de los ríos. Por otro, trasladaros informaciones útiles que puedan aportaros algo interesante para practicar la pesca sin muerte o sencillamente para acercaros a dar un paseo agradable. Ferran

Deja una respuesta