Bujaruelo está dentro de lo que se denomina Pirineos Centrales. Esta zona concentra un buen número de montañas altivas entre las que podemos destacar el Tendereña (2.853) Peña Otal (2.705) Bramatuero (2.906) Baldairán (2.702) Batanes (2905) y muchos más. Como bastiones, estas montañas circundan los distintos valles de la zona.  En la parte nororiental del Valle de Ara está el famoso macizo del Vignemale, con su no menos conocido Couloir de Gaube, el cual fue ascendido por primera vez en el año 1889. Este ascensión fue un hito en la historia de la escalada en Pirineos. Sus ascensionistas fueron Jean Bazillac, Henri Brulle, Roger De Monts,  acompañados de dos guías de Gavarnie; Célestin Passet y François Bernat-Salles. Si podéis acercaros podréis entender mejor esa gesta realizada con el material de la época y encima ¡¡tallando escalones en el hielo!!.

El río que fecunda el valle de Bujaruelo es el río Ara, el cual nace en el Puerto de los Mulos y de Cauterets bajo las faldas del macizo del Vignemale. Diversos arroyos, torrentes y ríos nutren al cauce principal, Ordiso, Otal… En el puente de los Navarros (entrada al valle) recibe el aporte del río Arazas. Este río es el que da forma a la famosa Cola de Caballo dentro de los dominios del Parque Nacional de Ordesa. El Arazas es otro río saltarin. Aparte de la cola de caballo brinca con soltura por las gradas del Soaso y otras cascadas más, hasta acabar por unirse al padre Ara. El Ara, es el único gran río de España que fluye sin embalses, un río vivo gracias al empeño y la lucha de los habitantes de Jánovas, los cuales se opusieron en plena época del régimen a su construcción, en plenos años 50. No ha sido hasta fechas reciente que finalmente se ha desestimado este embalse, en concreto, el 16 de junio de 2.008. Sin duda es un hito en la lucha por un río.

Pero volvamos a Bujaruelo. Para acceder al valle hay que coger la carretera N-260a dirección a Broto, para posteriormente desviarnos a Torla. Seguiremos la carretera dirección a la entrada del Parque Nacional de Ordesa pero justo en el Puente de los Navarros giraremos para adentrarnos en la pista forestal que nos llevará, como máximo, al refugio de Bujaruelo. De ahí en adelante una cadena imposibilita el acceso por la pista, solo habilitada para los pastores y otros servicios. Este factor puede delimitar la pesca, dado que para acceder a la parte más superior hay que tirar de un buen tramo andando.

Pescar en Bujaruelo es una sensación hermosa. En un mismo acotado podemos pescar escenarios bien distintos. Desde una zona baja rodeados de arbolado, pasando por una zona mixta, hasta llegar a la zona alta en la cual pescaremos entre prados. Eso sí, si queremos conocer todos esos ambientes nos harán falta varias jornadas de pesca porque el río es largo y los desniveles para acceder a la zona superior no son en absoluto un asunto baladí para gente no avezada al pateo montañés.

También hay que resaltar que hay muchas zonas de este coto en los cuales subidas y bajadas para llegar o poder acceder a zonas del río será constante. Hay rincones donde es extremadamente complicado por no decir imposible, meter la mosca, a no ser que vayamos equipados con material de escalada. Este coto te hace sudar de valiente. Si pescáis de forma intensa al día siguiente sabréis que habéis pescado Bujaruelo.

Como comentaba, podemos pescar en la parte baja donde tendremos una parte de río encajonado pero también con mucho tramo más llano. Esta zona está rodeada de bosque hasta la llegada al puente de San Nicolas de Bujaruelo (zona final de pista, enorme sitio para aparcar). Podremos ver hayas, tejos, serbales, arces, fresnos.  En la zona de refugio encontraremos según en que época, un enjambre de gente prestos a subir al puerto de Bujaruelo para acceder a la vecina Francia (Gavarnie) o para hacer alguno de los innumerables senderos como el GR-11. El tramo del puente de los Navarros – refugio Bujaruelo da para muchas, muchas horas de pesca. El segundo sector lo podríamos delimitar del puente de San Nicolas hasta Ordiso pero ojo, que este tramo tiene su miga en la parte media, donde el acceso tiene su qué.  Y cuesta arriba es lo que deberemos hacer si pretendemos alcanzar la zona superior.

Podemos seguir la pista forestal la cual se acaba en el pequeño refugio de Ordiso (libre, solo para casos de emergencia o una noche de travesía)  que nos puede servir de abrigo en caso de contratiempo. A mano izquierda podremos ver el bonito valle de Ordiso. Desde el mismo refugio se hace evidente una senda que nos dejará a pie de río, aunque os recomiendo bajar unos centenares de metros para tener más cancha de juego. Por último, podemos coger aire y seguir pateando un rato más hasta llegar a la zona superior. Esta última zona es la típica de alta montaña, rodeados de praderas en las cuales es habitual ver correr y silbar a las marmotas.  Como horario orientativo del refugio de Bujaruelo hasta Ordiso calcular 1:15. Del puente de San Nicolas hasta alcanzar la zona superior calcular 2:00 de pateo (contado desde el puente de San Nicolas). Estos tiempos como digo son una estimación, cada uno sabe como está físicamente.

Hay que ser cautos en la montaña, y más, si subimos a zonas alejadas de la población. Las tormentas son habituales en verano así que, si no queréis tener sustos, estar atentos. Informaros previamente, si el parte no es alentador mejor quedaros en la zona baja o por encima del puente de San Nicolas pero sin aventurarse de Ordiso hacía arriba. Mejor asegurarse una retirada digna que una carrera innecesaria que, además, ya sabéis que dice el dicho, correr es de cobardes. El año pasado ya bailamos con la tormenta al son de los rayos, mientras que los relámpagos iluminaban el cielo gris en plan discoteca. El comportamiento de las vacas nos advirtió que la tormenta se acercaba. Ellas, muy precavidas, empezaron a bajar una hora antes de forma  decidida valle abajo, algo sobre lo que advertí al compañero, que en esta ocasión era Joaquín Herrero. Obedientes que somos, procedimos del  mismo modo, así que, mezclados entre ellas al más puro estilo  cowboy desandamos el camino, eso sí, con las cañas desmontadas, bien enfundadas y sin correr, que a los rayos les mola la peña que va corriendo.

No os pondré una retahíla de moscas, ni fotos con magnificas truchas. Ha Pirineos hay que ir sabiendo que estamos pescando en alta montaña con la diversas de insectos que pululan por la zona, tanto de vida acuática como terrestre, sobretodo en las zonas de pradería donde los saltamontes os pueden aportar divertidas jornadas. Moscas anaranjadas y rojas son clásicas y si toca época de pérlidos pues obligado llevar en la caja. Y truchas hay, pero éstas son como son. Darán más la cara cuando las condiciones son buenas para ellas, cuando la temperatura haga aflorar de sus aguas su comida o el viento arrastre a esos insectos terrestres inesperado pero tan apetecibles. No olvidar que el viento del sur no les mola mucho, pero que las pre-tormentas les pone… He de reconocer que nunca he sacado en esa zona una trucha de envergadura, pero he tenido sesiones intensas sacando truchas de algo más de palmo que me han hecho disfrutar de forma bárbara.

Qué hacer aparte de pescar.

Senderismo, mucho senderismo. Dependiendo de la época, hacer el paseo de las gradas del Soaso dentro del Parque Nacional de Ordesa es terriblemente recomendables. Y si la vuelta la hacéis por la Senda de lo Cazadores ya será para soltar el lagrimal de tanta belleza. Eso sí, así como lo primero no entraña ninguna dificultad, la senda de los cazadores requiere de atención y de estar habituado al pateo por la montaña. Si podéis ir en otoño, bueno, ya es de una catarsis total aunque en esa época no podremos pescar (solo hasta septiembre). Pero rutas hay muchas, incluidos ascensos a picos como el Monte Perdido, o escalada, vías largas para pirineistas de alma y corazón.

En el valle también podemos hacer vías ferratas, barranquismo, ciclismo, mountain bike, parapente. Para momentos más tranquilos un paseo por Torla o por los diversos pueblos con encanto de la zona. Una buena cena y un paseo mirando las estrellas. Estamos en Pirineos, donde se vive de pié, donde las siestas saben de maravilla, donde la noches nos desvelan que hay más estrellas de lo que uno puede ver en la ciudad. Y si en el Pirineo digo que se vive de pie, en lo concerniente a la pesca, si queremos pescar en zonas poco frecuentadas habrá que añadirle movimiento, andando buenas sesiones en las que sudaremos la camiseta y algo más.

Un saludo y buena pesca

Autor: Ferran Llargués

Más info de la zona:

Alojamientos en la zona, restaurantes: http://www.lospirineos.info/altoara/torla.htm

Ordesa y valle de Broto: http://www.vallebroto.com/ordesahistoria.htm

Parque Nacional de Ordesa: http://www.magrama.gob.es/es/red-parques-nacionales/nuestros-parques/ordesa/