El año 2018 a nivel de pesca ha sido un muy buen año. A pesar de no poder pescar muchas de mis masas de agua preferidas a consecuencia de las continuas crecidas de los ríos ¡¡que año!!. Pero en febrero ya estaba sacando carpas, barbos. Más tarde empecé a seguir a las pintonas. Los ríos medianos tuvieron que esperar, pero ríos de menor caudal me dieron sesiones fantásticas. Jornadas memorables en los cuales la única pesca fue a seca. La caña de sedal pesado compartió su tiempo con la de tenkara. Entre unas y otras acariciamos muchos peces, realmente, como digo, un año excepcional.

También he de agradecer las continuas vivencias de pesca. Salidas en plan lobo solitario, pero también salidas acompañado. Por ejemplo incursión en kayak a la búsqueda de diversas especies. Me encantan esas horas de navegación tranquila y pausada y la locura que se organiza en un segundo al sentir un pique en mitad de tanta quietud. He disfrutado en el mar, sacando mis primeros calamares y  diversas especies de peces gracias a las virtudes de Toni Alavedra y Agustí Albiol. Y aunque pocas para lo que me pide mi corazón, este año también he ido a Pirineos, como no. Recuerdo especial de la salida con Alfonso García, con el cual uno toma consciencia de lo mucho que le queda por aprender. Mencionar también cosas que han llegado a casa, como unas moscas de Jorge García Huertes.

Y llega 2019, y aunque me espero a ir a por las truchas, como quien dice ya he empezado a pescar emociones. Como sabéis, este pasado otoño Paco Lizarraga (Paco Maravillas) me regaló una caña de bambú. Una de esas obras pensadas y elaboradas por él. Pues bien, de la mano de otro artesano, Alberto Navarrete (Carpintero) me ha llegado otro regalo, un estuche de bambú para guardar esa vara llena de vida. Y digo estuche, que no tubo para la caña, porqué en los estuche dicen se guardan joyas u objetos hermosos. Y en unos días os anunciaré una serie de colaboraciones en el blog que me hace especial ilusión.

Os garantizo, si es que hace falta hacerlo, que estoy muy lleno de alegría. Os dejo un vídeo para que veáis como queda el estuche y la caña.