Cuando empecé con la pesca a mosca todos me decían que debía llevar tricópteros en la caja. Reiteraban hasta la saciedad que a las truchas les molan y se «jartan» de estos insectos. Pero además me indicaban que lo bueno de los tricos es que reúnen diversas virtudes – o que las deberían reunir – como son; buen tamaño, por tanto visibles, buena flotabilidad, por tanto ideales para pescar en aguas movidas. Y además, permiten meter material que los haga todavía más vistosos.
Dicho todo lo anterior solo nos resta empezar a adornar o, mejor dicho, proveer nuestras cajas de unos cuantos individuos de éstas imitaciones.
Hay muchos patrones de montaje, muchas propuestas. Podemos hacer los archi-conocidos de gallo de León, o los only CDC, los de pelo de ciervo y demás.
En esta ocasión os propongo el montaje de «Paco Redondo» el cual conjuga todo lo necesario y diría deseado de un tricóptero, o sea, flotabilidad y visibilidad.
Un saludo, buen montaje y buena pesca