Para este año teníamos planificados con unos amigos un viaje a tierras del norte, a zonas vikingas. Como se suele decir en estos casos «va a ser que no». La pesca con el sol de medianoche, la acampada al lado de ríos y lagos, las previsibles charlas, los sueños y confidencias compartidas van a tener que esperar.
A la espera de ver que los datos mejoran, si la gente cercana y aquella buena gente pueden salir de esta pandemia y de la crisis económica que la acompaña. Necesitamos salir de ello. Y los que pescamos, necesitamos reencontrarnos en el río, mar, lagos o embalses.
Hoy es domingo, dicen que día de descanso, pero el cerebro y corazón pescador sigue, trabajando, bombeando y pensando que la temporada está a pocas semanas. En la cabeza ya hay propuestas para descubrir otros ríos, pero por supuesto también seguir acariciando el agua de nuestros destinos habituales.
Os dejo con un vídeo de los Jazz and Fly fishing para ir haciendo boca y para afinar el oído con el sonido del carrete…
Esperemos que pronto todos podamos volver a la normalidad, o por lo menos tengamos la posibilidad de empezar a hacer lo que nos gusta, cada uno en lo suyo y con salud. En nuestro caso claramente se trata de visitar algún río y de ser posible, aunque no excluyente, sentir en el otro extremo de la línea la tensión provocada por algún pez, intentando molestar lo menos posible y devolverlo de inmediato a su medio, agradeciéndole por haber compartido parte de su tiempo con nosotros. Ojalá que así sea!!
Deseos compartidos Martín, deseos compartidos… qué época nos está tocando vivir.