Este portal está centrado en la pesca con mosca, pero al recibir y leer este escrito salido del corazón de un enamorado de la pesca y sobre todo de sus peces, no he podido evitar decir que sí, que lo publico. Mucha pasión hay expuesta en este escrito. Muchas gracias gracias por leernos y por enviar este escrito.
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Los días previos son un cúmulo de emociones, estrés, ansiedad, felicidad, mensajes, llamados, gestiones, compras, renovar el multi, o el nylon, chequear anzuelos y plomadas, organizar quien lleva bebidas, quien las comidas, que no falte el fernet y buen vino, que no estén ausentes las cervezas sin importar el color. Fijarse cuantas conservadoras viajan para que el hielo dure, tener instaladas las aplicaciones de cuanto pique hay o como estará el clima, hacer todos los permisos de pesca, cuanto combustible se gastará…, las preguntas repetitivas sobre el pique son interminables, o que carnada llevar, si se hace trolling o garete, variada o de costa…, que no falte el repelente, y el protector solar…., igual seguro te insolás…, y a la vuelta del viaje retomando el trabajo vas perdiendo piel, pero no perdés la sintonia con la cual viajaste y retornáste. Feliz!
La última noche nadie duerme, la madrugada es eterna…, esperan unas jornadas de pesca y camaradería sin igual. Unicas! Por más que se anotó una y otra vez todo, y chequeaste mil veces lo que llevas, antes de llegar ya sabés que te olvidaste, pero no te enojás, no te pones de malhumor, no te entristeces, porque no importa si te olvidaste el short o la remera que querias llevar, o si no llevaste esa gorra con la cual querías lucir con el pez posando, siempre hay un compañero y amigo de pesca, que abre su caja, o su bolso, y te presta lo que te falta, y si nadie tiene lo que no llevaste, nadie se preocupa, todos se ríen y te señalan…..»ahí lo tenés…..», y todo sigue igual, nada ni nadie cambian la sintonía con la cual compartis hermosas jornada de camaradería. Porque eso es la pesca, no tiene días malos, o tristes, todo lo contrario, inclusive cuando no hubo pique, y ni la cábala te funcionó, y volviste sin pescar nada. Encima…., va alguien por primera vez y saca pescado, y grande, quizás por inexperiencia no saben como cañar, o como armar el equipo o como recoger peleando brutal y tremenda presa, él o ella lo sacan, se toman sus fotos y proceden a devolver. Vos estás feliz, pesar que a vos no te picó en ninguna jornada, o que perdiste el dorado frente a la embarcación, o el multi rozó la piedra y se cortó, o era un tranque…, al principio cuesta, porque te das cuenta cuanto querías sacar un pescado. Y si te toca sacar uno te das cuenta que querías dos, y así sucesivamente, es algo cíclico, hermosamente vicioso. Pero ahí tenes, una hermosa pelea, escuchás consejos y los das, o no querés reconocer que perdiste el pique por estar con el celular, o porque estás colgado disfrutando la pesca, pero sobre todo disfrutas la junta, lo que se comparte segundo a segundo, dentro y fuera de la lancha, de campamento con carpa o alojado en una cabaña de algún complejo turístico de pescadores.
No volviste y ya querés organizar otra pesca, otro viaje con los que fuiste y con los que no pudieron ir pero disfrutaron del mismo grupo de whats app donde compartieron fotos y videos, de los peces, de las devoluciones, del que se durmió, de lo que cocinaron, o de la broma que ligó alguno del grupo.
Llegás al río y él te espera…, parece un misterio, pero no hay mitos ni leyendas, todos los días son distintos, si hay pique está todo bien, todos chochos, todos felices, si no lo hay….somos todos consejeros, técnicos en pique, biólogos marinos/fluviales, Licenciados en carnadas, anzuelos y modalidades de pesca.
Mirás el río y la sangre corre más fuerte que nunca, el corazón te late a 220v y 2500rpm. Pescas poco, mucho o nada pero disfrutás, con él, con ella, con ellos/ellas, ya no son amistades, no son compinches ni partners, ni copilotos, son familia, con todas las letras. F-A-M-I-L-I-A.
Así son los días, con un hermano al lado, disfrutando pero peleando, a ver a quien le pica primero, quien saca el 1er dorado, o el surubí más grande, y él que sacó todo lo grande quiere hacer variada. El que no sacó nada quiere seguir buscando lo grande, inclusive ahí no hay coincidencias en lo que quieren hacer, pero la hay en las ganas de no volver y que la pesca se extienda unas horas o un día más.
Hasta que llega el pique, lo esperás que te lleve línea, cañás, no salta mientras recogés, entonces tu compañero o el guía te dicen «los dorados grandes no saltan», y de repente la línea baja, y parece ir al fondo, sabés que no es tranque, y otra vez escuchás la voz a tu lado que te dice…»surubí!!!!!!», y otra voz dice «mangú!!!», todo puede ser…o no, pero de repente….vez una «torta» que salta como puede, es un terrible, tremendo, y hermoso dorado, o dorada, que supera los 12 kilos, pero el de al lado te dice 15 kilos, y el guía te dice 12 a 13 kilos no más, y vos mientras recogés decis que tiene más de 20 kilos, y todos se ríen, lo sacás, posás para unas fotos y lo devolvés rápido a su hábitat, pero alguien dice «estamos en….cuidando los recursos, los que nos da el río…., por nuestros hijos y nietos…., llena de huevos…., porque haya más peces…., y con la barra pesquera……», entonces, oxigenás como corresponde al pez, le das el tiempo que él te indica que necesita para volver a su ecosistema, y para seguir procreando.
Y si es surubí hay algunos que salen en escasos minutos…., pero otros tardan horas, pero tus compañeros están ahí…filmandote, sacandote fotos, pasando el tiempo de tu pelea y la del suru de la mejor manera. Te vas a la punta de la lancha, lo peleás ahí, de repente subís al tambucho para pelear mejor y que no roce la línea la lancha. Pero de repente…., el suru gira, se va hacia otro lado…, otra vez bajás…, vas a donde él quiere que vayas para pelear…y si no lo hacés lo perdés, pero para eso tambíen está el guía, que también es un compañero, y despues de varias pescas es un amigo y un hermano más.
Cuando ves burbujas que emergen todos activan los teléfonos de nuevo, y dicen «aca estamos en…. a caña doblada…con la barra….» y de repente……, no era suru….es un mangú, gigante, enorme, histórico, quizás irrepetible!. Surge un silencio, porque fue dorado, pero era surubí, y alguno no quiso decirlo pero pensó que era un armado chancho, pero no. Y de repente…se escucha » te dije que era mangú» (el que dijo que el dorado grande no salta)…
Asi es la pesca, llena de verdades y de mentiras verdaderas, las pescas están llenas de historias, algunas de digna película de Hollywood, pero te das cuenta que estás en sudamérica, en Argentina, o en Brasil…o en Paraguay, y si sos el paraguayo que llevó a los argentinos a pescar a Ayolas, a Pilar, o Corateí, o sos el argentino que llevás a pescar a los paraguayos o a los brasileros a Ita Ibaté, o a Paso de la Patria, o la Isla del Cerrito, o a los pesqueros de Goya y Esquina, o de Empedrado.., te das cuenta que no importa el lugar, no importa el día ni la hora…, no importa la bandera…o como hables vos o hable el otro, no importa si es en tu país o en el del otro, no importa si llueve o el sol explota radiante insolando a todo el que lo desafía a permanecer en el río, no importa el mosquito allá o acá, no importa si vos tenés el abu…. el daiwa y shimano, y si él tiene un marine sports o marca desconocida. No importa si vos tenés multi premium, y él tiene solo nylon, porque te tiene a vos, y compartís, así es la pesca, sin barreras, sin diferencias, sin colores de piel, sin importar de donde venis, ya que lo único que importa es la pesca, con tus amigos, esos que ya son hermanos, y que tampoco duermen la última noche antes de emprender el viaje tan ansiado.
Así es la pesca, una unión de personas que forman una familia, donde todos hablan, todos escuchan, todos interrumpen y todos cuentan 100 veces las mismas historias cada viaje (y siempre le agregan algo más, porque el pescador es un poco mentiroso entre otros pescadores), pero donde todos se vuelven a reír una y otra vez. Eso hacen los amigos, pero sobre todos los hermanos, esos que derriban todas las barreras, y que se esfuerzan por renovar sus equipos, sus accesorios, y poder ir a pescar, allá…o acá…pero ir de una vez por todas. Esa es la pesca….sin tristeza, sin malestares ni enojos.
Hoy vas vos, mañana viene él, y por más que sea allá o acá, te das cuenta que yendo o viniendo todo es igual, porque asi es la pesca, sin fronteras, promoviendo la felicidad, donde tu compañero a veces es tu psicólogo y te escucha, otras veces es tu papá, en ocasiones es testigo del tremendo pescado que sacaste, o a vos te toca ver en primera fila lo que saca él. No negamos, vos también querías el tuyo, lo esperabas ansioso, y escuchaste a uno que dijo: «si no lo pesqué yo no me saco foto, es mi cábala», y lo pensás…lo meditas…y por primera vez copias en silencio esa actitud…y de repente se te da….tremendo pique, enorme pelea, y hermoso dorado o surubi que sacas, y ahí llegó tu momento, es tuyo, y del guía, y de tu compañero, tu hermano que esta ahí, y que entiende que es tu momento, y vos en silencio, entre flashes y filmaciones, tenés la sonrisa más grande del mundo, y sacás fuerzas de donde no hay para seguir posando para las fotos y que te filmen en la devolución!!!
Vienen los aplausos, el brindis, los abrazos y agradecimientos, y subis de nuevo a pescar, pero te sentís hecho, y el guía te dice «dale que ahora fulanito tiene que sacar uno», caes al planeta tierra y miras a tu compañero, quiere su pelea, quiere su momento, entonces decis «dale! Vamos si!». Y todo empieza otra vez, como una rueda, así todos los días, no importa donde, porque no hay ni límites ni fronteras, a buscar ese pescado para el hermano que está a tu lado, y otra vez vuelve el pique..y los profesionales del pique opinan…dorado? Suru? Mangu?….
Le picó a Néstor…o a Dani…o a Carlos, y en la otra lancha le picó a César…, o a Fede…o a Diego…., pero….en la otra lancha le picó a Ariel, o a Poli, pero Emmanuel avisa que tiene pique y está con Emiliano que también tiene pique, terrible doblete!!!!, y mas tarde le pica a Gonzalo, y a Pablo y otro doblete sale, y mañana le pica a Ralf que está con Gabriel y con Sergio, y después de un rato mandan fotos y videos de otro doblete. Y Osvaldo manda un video que tarda en descargar, porque es una pelea y posterior devolución de otro tremendo surubí, y se escucha una guitarra…es Marcos tocando….mientras otro pelea un mangú. Y después se escuchan las palabras mágicas «dejó de llover no hay mas viento» y de repente parece el fin del mundo, pero Alan mantiene la actitud de sus palabras y sus emociones y busca su pescado, aquel que le trae recuerdos de hace años, y ven que Héctor, Damián y Maxi conforman un triplete con Horacio de guía, y Héctor está acompañando de sus hijos, mientras pelea el moustruo de río que siempre vio en la tele y soñaba despierto con alguna vez en la vida poder pescarlo y devolverlo, y se le cumplió, y Ever acompaña en la cocina a bordo con tostados, hablando por teléfono y hablando con vos, y hasta con el amor de hermano quiere ayudarte en la corrida y el cañazo, poniendo sus manos y las quema con el multi que circula a 1000kms por hora, pero Ever no suelta y te ayuda, y así miles de historias, como la de Alicia, que saca tremendos dorados en la cara de todos los demás, y nos deja atónitos, es increíble, pero ahi están, como las fotos y los videos de Matias peleando un dorado y devolviendolo, el que lo filma es Eduardo, y al rato llegan mas fotos y videos, pero se lo ve a Eduardo peleando y devolviendo….y el que lo filmaba era Matías…
Y de repente…en una noche mágica… como dice la canción…»en una noche de luna….», a uno le pica un dorado, tremenda torta, es el sobrino que en la devolución menciona a Lili, su tía, una gran esposa y madre que antes de partir de este mundo, dejó el legado más preciado, sonreír y reír siempre, sin vergüenza y a carcajadas no importa donde, nunca dejar de sonreir, y antes de irse, Lili también sacó su tremenda torta, un dorado o dorada de más de 17 kilos, o 20…., somos pescadores, a veces mentimos a otros pescadores, pero Lili se fue feliz, agradecida y contenta y eso es neta y plenamente una verdad, y lo sacó enfrente de su marido, que es el ídolo del mangú histórico que se pensaba que era surubí…
Así todo….. quizás sean mitos, o leyendas, historias verídicas o de película…ya que somos pescadores, poco mentirosos (siempre entre pescadores), pero como es el río… bondadoso, único, donde siempre hay más gente buena que en la calle o en la vereda…, y ahí es cuando te das definitivamente cuenta, que no existen las barreras, ni lo imposible, ya que la PESCA es SIN FRONTERAS.
Autor: Gonzalo Zapana
Fotos: aportadas por el autor
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Hermoso relato.
Me trae grandes recuerdos de mis salidas de pescas con mis dos cuñados al río Paraná y eventualmente al río Uruguay, en la hermosa provincia de Entre Ríos.
Nunca olvidaré el primer dorado a mosca que saque, era pequeño, probablemente no llegaba al kilo, pero la lucha fue increible. Luego por la noche metimos un terrible asado junto al río y nos quedamos hasta la madrugada disfrutando de la pesca variada que ofrece esa zona. La verdad que siempre hacíamos una salidita de esas cuando me tocaba ir a esos pagos a visitar a la suegra… (y me ponía al día con la comida de la Chelita, tremenda cocinera 😘)
Suena todo tan bien que entran unas ganas tremendas de ir para vivir todo ello.
buuuuf las sensaciones deben ser muy, muy fuertes Martín. Ojalá un día podamos hacer ese viaje, esa experiencia mejor dicho. Un abrazo
Muy buen relato, personalmente me siento muy identificado, donde las capturas pasan a un segundo termino de importancia donde es en el primero que me paro y con un solo golpe de voz, puedo decir que , Amén por la FAMILIA de amigos que unirse ya es un premio.
ES justo eso Arnau, lo has interiorizado igual que yo. Un abrazo
Los esperamos en Argentina y Paraguay para vivir en carne propia lo relatado con tanta pasión por la gente de PESCA SIN FRONTERAS.
Cuestión de organizarse cuando el tiempo y la situación actual lo permitan y son bienvenidos a compartir hermosas jornadas de camaradería y pesca.
Saludos de toda la barra de PESCA SIN FRONTERAS!
Agradecidos de corazón leer sus comentarios y denotar en ellos que viven con la misma pasión y el mismo amor la pesca pesca deportiva.
Gonzalo
No tengáis ninguna duda que si podemos venir os llamaremos. Estas vivencias son muy hermosas, pero además ahí deben ser especialmente especiales. Un saludo hermanos!!
Impresionante relato de vivencias y sensaciones compartidas antes, durante y después de la pesca con esos hermanos.
Me identifico completamente en este relato.
Espero algún día poder pasar alguna jornada en estos parajes.
Gracias por compartirlo Ferran
y espero que podamos hacerlo junto 😉