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BOFFFs Grandes truchas, que no Viejas. La clave para tener más y mejores peces.

Las grandes truchas ya han sido bautizadas como:

BOFFFF “Big, Old, Fat, Fecund, Females, Fish” 

Quien más quien menos ha estado en alguna conversación en la que se haya abordado el tamaño de las truchas. Dentro de esas charlas, algunas veces encendidas, hemos visto o leído aquellos que defienden la eliminación de los grandes ejemplares. Aparece de forma habitual conceptos como que ya no son buenos reproductores o que se comen las otras truchas. Y por parte de los defensores a ultranza de los grandes ejemplares, justo lo contrario, obvio ¿no?. En esta entrada vamos a aportar información sobre qué ocurre realmente con estos grandes peces. Leer con calma y si os surge cualquier duda, opinión, ya sabéis que estamos más que encantados en responderos, pero siempre dentro de este portal. Dicho esto, vamos allá.

Para que tengamos una visión más clara de qué es la vejez, empecemos a clarificar un poco dicho concepto. No es lo mismo el proceso de envejecimiento en un humano, que en un insecto, reptil, pez… Parece de una obviedad absoluta, pero permitirnos que lo detallemos.  Generalmente indicamos que un ser es viejo por diversos motivos. Sea por un aspecto físico degradado, pérdida de facultades motrices o una decadencia sexual. Evidentemente, hay factores agravantes que pueden derivar a una pérdida de lo anteriormente mencionado, por ejemplo, una disfuncion del cuerpo, sin que por ello tengamos una avanzada edad. A rasgos generales y en plan simple, es aceptado por la sociedad que una persona de una edad determinada ya es viejo, algunos dicen ¿70? ¿80? ¿90?…

Veamos que ocurre con la longevidad de otras especies del reino animal. Para ello os vamos a citar textualmente un párrafo de un interesante artículo publicado en www.encuentrosenlabiología.es cuyos autores son Ramón Muñoz-ChápuliRita Carmona y Ana Cañete / enero 12, 2017

“Se ha descrito senescencia insignificante en otros organismos como pulpos o erizos de mar (Strongylocentrotus), aunque los estudios disponibles son muy escasos. Pero nos interesaremos ahora por los vertebrados, comenzando por los peces. En estos animales encontramos casos de senescencia insignificante entre los tiburones, los esturiones y algunos teleósteos como Sebastes. En las platijas (Pleuronectes) se ha descrito senescencia en el macho, pero no en la hembra, que muestra crecimiento continuo y alcanza grandes tamaños. Es bien conocida la longevidad de las carpas chinas (Koi) a las que en algún caso se les ha atribuido una edad máxima de 226 años. Una anguila permaneció en un estanque de Suecia desde 1859 hasta 2014 (175 años). Pero el récord de longevidad en un vertebrado, publicado justo cuando escribíamos estas líneas, es el del tiburón de Groenlandia (Somniosus microcephalus). Según un estudio basado en la detección en muestras del cristalino del pulso o «pico» de carbono-14 causado por las pruebas nucleares de los años 50 y 60 del siglo pasado, la media de edad de 28 ejemplares analizados fue de 272 años, pero dos de mayor tamaño (493 y 502 centímetros de longitud) dieron edades de 335 y 392 años, respectivamente, con un error de ±120 años. Pero el dato más fascinante es la edad de la primera madurez sexual, que esta especie no alcanza hasta los 156 ± 22 años. Es decir, esta especie tarda alrededor de siglo y medio en alcanzar una edad que les permite reproducirse. ¡Una infancia interminable!

Esto contrasta con el bien conocido caso del salmón, que sufre un deterioro fisiológico generalmente letal tras la freza. De hecho la castración del salmón duplica su esperanza de vida y se ha descrito un parásito que, alterando el programa hormonal del salmón, también aumenta su longevidad. Sorprendente es también el caso del walleye (Sander vitreum) un pariente americano de la lucioperca europea, cuya esperanza de vida puede variar en cinco veces dependiendo de la temperatura.”

Hablemos de truchas

Por regla general en el mundo animal no se muere de senectud, o sea, de viejo. El mundo salvaje, la vida en plena libertad está llena de peligros. Para tener todo más o menos equilibrado, en este planeta se han creado mecanismos para aprovechar de forma sostenible los diversos ecosistemas.  Los depredadores son una de las herramientas para dicho fin. Cada uno se ocupa de finiquitar la existencia de otro. Las truchas que son capaces de llegar a adultas – ahora hablaremos que significa y cuando llega esa faceta –  suelen acabar en el estómago de una nutria, visón, cormorán, garza o del hombre, aunque por desgracia también acaban en contenedores de basura. También mueren por otros factores, accidentes químicos, infraestructuras, agotadas o dañadas en pesca recreativa con o sin muerte y en menor medida, enfermedades.

¿Qué tamaño debe tener una trucha para llamarla vieja?

Sabemos que se han pescado truchas de hasta 20 años de edad, aunque por regla cuesta encontrar ejemplares de más de 10 años en estado salvaje. En prensa han salido fotos de esas grandes truchas, tristemente y de forma general, fuera de su medio. Como se puede entrever, es complejo contestar a la pregunta ¿cuándo una trucha es vieja?. Si recordamos o volvemos a leer lo que dice el segundo párrafo de esta entrada, qué factores debemos considerar para que una trucha la califiquemos de ¿vieja?.  No podemos decir que es vieja si solo nos ceñimos a su capacidad progenitora que es lo que se suele hacer con los mamíferos.  Y me explico. Las truchas no paran de crecer, aunque este crecimiento se reduce en tamaños superiores. A medida que van creciendo aumenta el número de huevos por kilo de pez, pero además, sus huevos son de mucha más calidad. El tamaño del huevo aumenta de forma importante respecto a truchas de primer o segundo año de vida adulta, pero además, son mucho más resistentes a las inclemencias del medio (y más las nativas de una cuenca) con una carga adicional de reservas vitelinas, es decir, sustento para el futuro miembro que en él habita. Por otro lado, sabemos con los avances de la genética, que el traspaso de genes adaptativos son sumamente importantes para hacer frente a los continuos cambios del medio. Una trucha que ha vivido 8,10,15 años en el río las ha vivido de todos los colores, desde la supervivencia diaria en su lucha con los depredadores, a tener que lidiar con sequías e inundaciones, incluso enfermedades. Alcanzar una edad avanzada demuestra una gran adaptación al medio donde vive, lo que implica poseer una buena genética.

Foto: Trucha encontrada muerta en el río Noguera Pallaresa en el año 2015 (marzo). Según mencionaba la noticia hacía 88 centímetros y un peso de 7 kilos.

La trucha no cesa de mejorar en todo este proceso hasta que es víctima de un depredador u otra causa.  No tenemos en nuestras aguas – no conozco si sucede en algún otro lugar- mortalidades recurrentes de truchas de grandes dimensiones, muertas sin causas aparentes. Por tanto, podríamos aseverar que no sabemos qué tamaño y años podrían durar parte de las poblaciones salvajes de truchas.

La fecundidad de una trucha, es decir, el número de huevos por unidad de peso, depende del medio en el cual habita. Un río con mucho sustento alimenticio deriva en truchas más fértiles, aunque estas no cojan grandes tamaños. Por ejemplo, en un estudio se constató que en un tramo alto del Noguera Pallaresa, más frío y menos productivo respecto a un tributario de éste en zona más baja, las truchas del primer río tenían menos huevos respecto a las segundas, a igualdad de tamaño.

Aprovecho para comentar un estudio que he podido leer de Suiza. Una trucha puede ingerir cada día de media, entre un 5% y 10% de su peso. Ese alimento puede estar formado, como sabemos, de macroinvertebrados, insectos terrestres que caen al agua, otros peces, incluso se conoce ríos en los cuales atacan a ratones que cruzan sus dominios… Los peces jóvenes maximizan esa energía capturada para utilizarla en sus capacidades natatorias y todo lo necesario para que su metabolismo funcione. En cambio, los grandes ejemplares ralentizan su crecimiento e invierten todo ese saldo positivo en el proceso de la reproducción. Ese trabajo también informa que las truchas de alta montaña tardan más en llegar a adultas y ponen menos huevos. Hay una hipótesis al respecto, según la cual todo ello es debido a que ese ambiente es más riguroso y por tanto se debe garantizar con puestas más pequeñas, pero más robustas para que éstas salgan adelante. En trabajos realizados en Pirineos se constata que las truchas de esa zona tardan más en llegar a adultas.

Pero ¿cómo se legisla?

Salvo algunas pruebas de las cual soy conocedor (Cataluña) pero que todavía no tengo los resultados, la gestión general en zonas de pesca extractiva suele ceñirse a la pesca a partir de una talla concreta. Esta suele ser generalmente a partir de 20 cm. Esto conlleva que año a año hemos ido reduciendo las truchas adultas, las que precisamente colaboran de forma efectiva en el reclutamiento de miles de nuevas truchas en un río. Un río muy bien estructurado puede soportar cierta extracción, pero un río con escasa población, de substraerse los ejemplares adultos y más esas BOFFF puede caer en un enorme declive.

Ventajas de tener BOFFFF

Se calcula que una hembra de trucha puede albergar entre 1.000 a 1.500 huevos por kilo de peso. Pero además, esas BOFFFF tienen huevos de mayor tamaño, a la par una mejor estrategia en la puesta de la freza, ya no solo en la elección del frezadero adecuado, sino buscando los días óptimos para ello. Y lo que es también importante para desmentir falsas creencias, no hay ninguna investigación que haya demostrado que las truchas de avanzada edad sean estériles o poco fértiles.

Hay que recordar que la tasa de mortalidad de alevines del primer año será en torno al 90% a 95%, bajando este porcentaje en los siguientes años. Esto conlleva que por regla general solo llegarán a adultas entre un 5% a un 7% de ellas.


Finiquitando

Un río que pierde sus grandes truchas pierde el potencial de autosustentarse, pero además pierde a los mejores peces que trasladan todo su acervo genético a su prole. Lo mismo que hacen el resto de especies, a título de ejemplo elefantes, ballenas…

En los ríos de la Península por regla general no tenemos truchas viejas,  si acaso disponemos de trucha grandes que lo podrán ser más de seguir en el medio que ellas habitan. Las ventajas de tener estos ejemplares en nuestros ríos se han descrito en este artículo, pero hay una inmensa bibliografía al respecto, fruto de laboriosos trabajos de campo en los cuales han llegado a esta conclusión y a bautizar a esos grandes ejemplares.

Los pescadores por regla general nos gusta prender al final del tippet de estas BOFFFF, pero para ello debemos seguir explicando las bondades del captura y suelta a los compañeros que todavía no han hecho dicho paso, y a solicitar a las autoridades competentes que modifiquen el régimen de pesca buscando la protección de los grandes peces.

Hay quien seguirá defendiendo que las truchas grandes son malas para el río. Argumentarán que comen otras truchas. Si bien es cierto que las truchas también comen otros peces, hay que saber que aproximadamente el 80% de la alimentación de una trucha suele basarse en la ingesta de macroinvertebrados, y el resto, de un conjunto de otras presas.

Los grandes peces de cada especie son vitales para reclutar más congéneres. Esto es válido para peces de río, pero también de mar. Si quieres comerte un pez recuerda este punto, mejor lo hagas sobre juveniles o peces de tamaño medio que no sobre grandes peces.

Autores: Enric Aparicio y Ferran Llargués
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Ferran

Desde pequeño he estado vinculado al río. No puedo pasar por un curso de agua sin detenerme. Escuchar el rumor de sus aguas, ver y sentir la fauna. Son muchas las sensaciones de las cuales no puedo prescindir. Con este blog busco compartir estas dos facetas. Por un lado, mi compromiso por el bienestar de los ríos. Por otro, trasladaros informaciones útiles que puedan aportaros algo interesante para practicar la pesca sin muerte o sencillamente para acercaros a dar un paseo agradable. Ferran

Esta entrada tiene 4 comentarios

  1. Bernat

    Pues yo bien creído que las truchas viejas muchas huevas, pero la mayoría estériles
    Buena información Ferran !!!

    1. Ferran

      Bueno, me alegra que sepas más, yo he de aprender a sacar truchas como tú 😉

  2. Pablo Espinar

    Superinteresante artículo, desmontando la idea de la utilidad de las zonas «trofeo» donde dejan llevarse algún ejemplar que mida más de xx centímetros.
    En todo caso, captura y suelta responsable, y adecuados cuidados de los ecosistemas parecen ser los caminos más lógicos a seguir…
    Muchas gracias y un saludo,
    Pablo

    1. Ferran

      Pues sí, en algunas zonas se crearon las zonas trofeo y el resultado no fue precisamente brillantes. Un saludo artista

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