Creo que no digo nada nuevo cuando menciono a los barbos de peces formidables. No encuentro pez en nuestras aguas continentales que iguale la relación de tamaño y potencia. Sí, hay especies que se hacen enormes, con pesos estratosféricos, pero a mismo tamaño no le gana nadie. Añade que es un pez que tiene una enorme capacidad de adaptación, tanto por tipos de escenarios como por rangos de temperaturas. Lo vemos en ríos anchos, importantes, como en regatos, embalses.
Estos días los ríos van a tope. Para algunos, en los que me incluyo, es una gozada ver como cantan, gritano una vez superan las amarras que los tienen presos. Pero esto dificulta y en muchos casos imposibilita ir a pescar a nuestros anhelados y atesorados escenarios. Esto ultima lejos de alterarme me alegra, esta veda natural les va a ir de perlas. Visto lo visto solo quedan la opción de ir a por ellos en embalses o buscarlos en algún regato. Y esto ultimo, es lo que organizamos gracias a la inapreciable información de un buen amigo.
Después del oportuno desayuno llegamos al curso de agua. Apenas tres o cuatro menos de ancho, con una profundidad leve. Nada hacía presagiar que pudieran haber muchos peces. Pero la primera mirada ya detecto algunos lomos asomando. Peces hurgando el fondo, fantástico. Tras educar la vista a la luz y tipo de río detectamos decenas de barbos colocados en todas las posiciones posibles. Una brutalidad y una enorme satisfacción por haberlos encontrado. Con una sonrisa de oreja a oreja empezamos a lanzar nuestras moscas. Los nervios traicionaron los primeros lances. Lanzar a un cardumen de barbos no es una buena idea, dicho y hecho…. Verlos salir a toda maquina en todas direcciones te hace apretar la dentadura, casi que te azotarías tu mismo por aquello de saber que haces las cosas mal a sabiendas. En fin, un pecado venial.
Fue una sesión en la que entre todos conseguimos sacar buenos peces, pero muchos otros me regalaron, personalmente, un hermoso corte de mangas. Anzuelos abiertos, roturas de tippet ¿? un conjunto de malévolos hechos en un espacio de tiempo muy corto. Uno siempre sale con aprendizajes del río.
Os dejo un pequeño vídeo que tuvo a bien filmar el amigo descubridor. No cuelgo más, la sesión fue intensa, tanto que la cámara pasó a un tercer o cuarto plano.
Hola Ferran, un video muy bueno ,y buena captura gracias
Gracias José!!
Son una especie maravillosa. Coincido contigo en esa relación de tamaño-potencia que son capaces de aportar. Y al mismo tiempo pueden provocar auténticos quebraderos de cabeza cuando no se acierta ni con la mosca ni con la presentación… y en cambio otros momentos se tiran como locos a cualquier trozo de foam… Una maravilla que tenemos que cuidar.
Un saludo!
David
Quebraderos de cabeza, como las conoces amigo 😉