Lo sabemos, las actividades al aire libre tienen sus riesgos meteorológicos, cómo no, la pesca. A falta de escasas 20 horas, nos llaman y nos dicen «ha caído una tormenta del copón en la cabecera, el río baja alto y negro, imposible estar en el río» y de paso te lo adornan con las fotos que os adjunto, por aquello de que una imagen cale más que mil palabras.
Las posteriores horas fueron cuanto menos estresantes. Búsqueda de otro escenario, llamadas a amigos que no dudaron en ir a diversos tramos para ver las posibilidades, o proponiendo diversos ríos. Buena gente, a la cual queremos agradecer con estas líneas su rápida acción y compromiso personal para ayudar, gracias Sergi Campà, Josep Guardia, David Rueda. Y también muchas gracias a Júlia Casals por las fotos, buena parte de las aquí presentes son obra de ella ¡muchas gracias!
Al final de la tarde recibimos una fotografía, una hermosa fotografía en la cual pudimos ver un río limpio, transparente que nos invitaba mojar nuestras líneas en sus agua. Parte inmediato a todos los participantes con un ¡¡nos vemos mañana!!. Y así fue, con una puntualidad británica, nos encontramos en el oportuno punto de encuentro.
Cuando llegamos al río no nos lo podíamos creer, una nueva tormenta dejó el río algo tomado, o muy tomado según el ojo de cada uno, aunque Josep nos dijo que tranquilos, que en horas se pondría bien. Y así fue, gracias a los Dioses del río que se pusieron en marcha el río se limpió en unas pocas horas.
Empezamos el curso con mucha ilusión. Tras una breve explicación sobre diversos aspectos de materiales, procedimos a dirigirnos al tramo de prácticas. Pere Barberá realizó la demostración de diversos tipos de lances. Un repertorio práctico para desarrollar en nuestras sesiones de pesca. Objetivo, que ningún obstáculo sea tal, que nuestras artificiales naveguen de la forma más natural posible.
Hemos de decir que los alumnos escucharon atentos y practicaron de lo lindo. La evolución en general fue clara, bien visible. Y esa mejora la pudimos constatar de forma importante, sobretodo en aquellos que tienes referencias claras, ya que varios de los amigos asistentes ya han venido a otros cursos.
Vimos bajos de linea que no se extendían, hombros que se agarrotaban, posturas al más puro estilo «robocop-fishing» caras de glupss. Pero esas caras fueron cambiando, pasaron a modo «¡¡me sale, me sale!!» y eso amigos, no tiene precio.
No era un día de pesca, era un día de prácticas de lanzado, de estrujar las posibilidades. Pero alguno sacó pez, claro está, porqué un servidor tiene una oreja muy entrenada. Incluso de espaldas escuché y detecté el origen de una cebada. Y claro, Don Pablo no pudo estarse de pescar a susodicha.
Ahora toca, como siempre, insistir en algunos movimientos, en algunos lances. No os quede duda, la mejora viene de la perseverancia, de la insistencia, de la ilusión por hacerlo mejor. Cuando vayáis al río, seguir trabajando vuestros lances «sapo» sí, aquellos lances que no utilizamos porqué no os salen bien.
Gracias a todos por vuestra asistencia, por vuestra alegría y ganas de aprender.
¡¡Nos vemos pronto!!
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